¡Qué horror revivir hoy lo que me ocurrió hace
muchos años!
Yo iba en la guagua, tranquila y relajada cuando
en una parada se suben tres hombres con cuchillos. Lo primero que hacen es decirle al chofer que
siga sin decir nada. Después nos
gritaron, indicándonos que al primero que gritara le quitaban la cabeza. Yo iba en los asientos de atrás. No llevaba dinero pero si unos documentos
personales muy importantes para mí. Cogí
la cartera y la puse debajo de los asientos en el suelo.
Los ladrones no llegaron a donde yo estaba porque
ya le habían quitado todo el dinero que llevaba el chofer y todas las joyas que
llevaban las mujeres sentadas en las primeros asientos. Se fueron con los bolsillos llenos y dejaron
la guagua llena de gritos y de miedo. Yo
llegué a donde iba y al bajarme casi no podía caminar de los nervios que
llevaba.
Tomé nota de aquella experiencia y no volví a
salir con documentos, dinero, ni oro ni joyas a la calle.
Terrible vivencia, sin duda, que espero no se repita aunque estar prevenidos nunca viene mal. Al final lo más valioso que se llevan los ladrones es la tranquilidad
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