La vida muchas veces se comporta
como un río embravecido llevándose por delante nuestra juventud y también
nuestra salud pero jamás las esperanzas, los deseos de seguir aprendiendo y
seguir amando.
Para algunos la vida ha transcurrido
como una balsa de aceite, para otros de una forma más complicada, pero
seguramente nadie se ha librado de momentos difíciles.
¡Así es la vida! Decimos
justificando un mal rato o algún error.
Todos estamos de acuerdo de que la
vida es un regalo, un presente, como dicen
los más refinados, por eso es de agradecer venir a conocer un mundo sin
haberlo pedido, al final, el hecho de haber conocido y disfrutado tantas cosas
hace que todo valga la pena.
En las turbulencias de la
adolescencia la vida se nos complicó bastante, pero todo tuvo su importancia:
¿Quién no recuerda su primer amor,
su primer desengaño, la primera injusticia?.
Eso es vivir.
La vida es dinámica como una carrera
de obstáculos y cuántas veces nos toca respirar hondo y continuar
Y si comparamos nuestra vida con una
novela nos damos cuenta de que en sus capítulos finales nos hemos convertido en
personas más sabias y sobre todo más comprensivas.
Un famoso escritor resumió nuestro
paso por la vida diciendo:
Lástima que cuando empezamos a
aprender el oficio de vivir…ya tenemos que morir.
Leo tu reflexión, Alicia, llena de esa sabiduría que da el tiempo y no puedo evitar que vengan a mí sentimientos encontrados, agridulces claroscuros como la vida. Recuerdo lo que decían grandes poetas, uno que "la vida es sueño", otro que "la vida son los ríos que van a dar a la mar..."
ResponderEliminarMuy bonito tu trabajo. E3loisa
ResponderEliminarMe encantó tu reflexión. Martha
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