Y si Rita fuera…un globo, por ejemplo,
pero no de esos que se inflan y vuelan, no, no, a ella lo que le gustaría ser
es el globo pequeñito de colores, el que tanto le gusta a los niños; si lo
fuera, se pondría muy contenta en los cumpleaños, cuando los pequeños cogen los
globos en sus manos y los aprietan hasta hacerlos estallar o cuando les pintan
caritas… También están esos tan lindos
que ya vienen con los dibujos hechos tan coloridos. Rita se sentiría plena y muy a gusto y
entonces pensaría:
–¡Qué
satisfacción! Verme tan arropada y
querida por estos personajillos que son los niños. Yo, con lo bien que estoy en estos momentos
iría con ellos, nada más y nada menos que…¡a dar la vuelta al mundo!
Curioso y entrañable sueño el de Rita, que la adentra en el mundo de ilusión y color de los niños. Y tú, con este relato te has acercado al mundo infantil y lo has hecho con mucha ternura, Mercedes
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