Soy el color de las estereotipadas niñas rubias de cliché, de la cuna de Daniela, de los zapatos de Paula, de los cachetes de María, de la lengua de Juan, de los paraguas de la Quinta Avenida, de las uñas de Eva, del cinturón de Tony, del bolsillo de Lacoste, de las Kalvin Klein de la gaveta, de los sueños de las princesas, de los cabellos de Pink, del osito de tu cama, del coche aparcado en la entrada de mi casa, o sea... ¿no?: soy un rosa pijo.
Divertido relato nacido en el Taller a partir de un "Yo soy..." que pretendía acercarnos al terreno de lo fantástico. Buen logro, Briara. Esperamos más historias tuyas. Un abrazo
ResponderEliminar...qué bueno y que pija la niña. Besitos¡¡¡
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