SALVAR A TOMÁS
Están llamando con insistencia a la puerta. Golpean con fuerza y hacen mucho ruido. Es la policía que nos advierte que tenemos que abandonar la casa porque el volcán está a punto de explotar. La lava que crece en el mar casi llega a tierra y tenemos que apresurarnos. Sólo puedo coger lo imprescindible, lo más importante, no me dan tiempo de pensar. Estoy sola y no tengo gente a mi cargo, sólo a mi gato, mi gato Tomás que está doblemente asustado. Lo cojo en los brazos y salgo corriendo a la calle, tratando de tranquilizarlo. Con mis caricias se va relajando y yo también; feliz de que ambos estemos a salvo.
Estos son tus primeros y certeros pasos en la narrativa. Sencillo y emotivo relato. Muy buena manera de contarlo en primera persona y en presente. Los hechos se desarrollan en el mismo instante en que el lector los lee. Eso le imprime mucha fuerza a la historia. Muy bien, Nina.
ResponderEliminarNina, si de verdad son tus primeros pasos ...ya quisieran muchos dejarse de tanta retórica y adorno superficial y poder llegar a contar una historia emotiva sin artificios.
ResponderEliminarMe ha gustado, Nina.
Un abrazo des demispalabrasylasvuestras.blogspot.com
Y aún hoy sigue tu historia, Nina, porque todavia no ha sugido el "niño".
ResponderEliminarBesitos.
Sencilla y emotiva historia que pueda que ocurra pronto en El Hierro.
ResponderEliminar¡Qué bonita historia! Yo también amo a los gatos.
ResponderEliminarfelicidades, te ha quedado un lindo relato
ResponderEliminar