¡Hoy
iré a clase de Narrativa!. Estoy
ilusionadísima…, contaré… Han pasado
treinta minutos y continúo con la mente en blanco…¡qué difícil es esto de
escribir!. ¿Y si cuento mi última
experiencia…? Uff, ¡no!, sería de mal
gusto.
Aunque
a muchas personas les encanta contar sus vicisitudes, con pelos y señales,
llegando incluso en su entusiasmo a provocar el rechazo de quien tiene que
soportar semejante tostón; ¡mejor no caer en ese error!.
En
fin, ¡ya se lo que haré!: leerles algo bonito, agradable, ¡vamos!, que les deje
buen sabor de boca. ¿Y qué mejor que un
poema? Pues sí, ¡ahí va!.
Espero
que les guste esta poesía de un amigo, poeta venezolano Alberto Papy.
EL SILENCIO
El silencio es
la clave
De todos los misterios;
digo
De todo aquello
que es átomo y canción,
El rumor de la
vida,
El fondo del
océano,
La misión que
gestiona la vida de un embrión.
Todo pensamiento
somételo al silencio,
Todo lo que tú
sueñas
Húndelo en las
entrañas
De la existencia
misma,
Déjalo que se
curta,
Que navegue en
el fondo…
La palabra…¡cuidado!
No la sueltes al
viento.
Mídela en el
silencio,
Es un hermoso
crisol
Donde resuma su
justa singladura,
Su específico
peso,
Su emblema, su
función.
El silencio y el
tiempo
Son dos fuertes
columnas,
Arco de futuros,
La puerta que ha
de abrir tu corazón,
Cuando encuentres
tu esencia más allá
De los sentidos,
en amar a los otros,
¡que son tu
propia voz!
Pues no estaba nada en blanco tu mente, finalmente. Y lo leíste y nos encantó. En silencio lo escuchamos y con el rumor de tan hermosas palabras, llegamos a casa, para seguir alimentándonos con ellas, a solas y también, en silencio. Gracias por compartir tan bello poema con todas.
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