Eva María se fue con su
maleta de piel, buscando un hombre que la quiera, que le tenga llenita la nevera,
eso valió la pena porque su amor llegó como una ola, poniéndole el corazón
contento y lleno de alegría. Por eso
celebró con un sorbito de champán y juntos brindaron por el nuevo amor y luego,
amarraditos los dos entre espigas y terciopelos, él le quitó el cordón de su
corpiño, ¡qué niño! ¡qué no se pudo aguantar!, y desnudos al amanecer los
encontró la luna.
Pero…, él se fue, se
fue, por aquel camino verde se pierde, mientras ella grita ¿dónde estará mi
carro?. Se lo llevó, se lo llevó, el muy
ladrón, porque él solo era un amante bandido que la dejó con el corazón
partido, ¡ay pena, penita, pena! que este culebrón se terminó.
Y tú vas de genialidad en genialidad, muy bueno!!! Sólo me resta añadir que: ¡poroponpón, poropororoponpero!! Chin pón!!!!
ResponderEliminarEl camino que va a Belén, se me hizo más corto leyendo tu bonita narrativa.
ResponderEliminarFeliz NAVIDAD. Dolores de Flores del TEIDE.
Me gustó.. Que bien enlazado Lilia...
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