Si hay alguien que no necesita presentación es la persona de la que les voy a hablar hoy. Ella llenaba los escenarios sólo con su presencia plena de color, simpatía y con aquellos tacones inigualables que, en una ocasión comentó, haber sido inventados para ella. A pesar de ellos podía permanecer sobre ellos durante sus conciertos, horas y horas sin parar de bailar, cantar o hablar con el público. Recuerdo sus conciertos en Las Teresitas o en la Plaza de España, récord mundial en el libro Guinness. Ella era la gran señora de la salsa, Celia Cruz que siempre terminaba sus actuaciones con su grito de guerra: ¡Azúcar, azúcar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos gusta saber tu opinión, sea cual sea. Déjanos un comentario. Gracias